Espero que tu visita sea placentera.
Escribo con la necesidad de entender el mundo que veo y lo que me hace sentir.
Creo en la escritura como refugio. En las frases breves que dicen mucho. En los silencios que cuentan historias. Escribo para quienes necesitan un respiro, un escape sin ruido, una caricia para los ojos.
Mi estilo es directo. Sarcástico. Reflexivo. Me gusta mostrar la contradicción humana sin juzgarla. No pretendo tener la verdad: solo quiero contar algo que se quede.
Uso narradores que sienten, no que lo saben todo.
No creo en los adornos innecesarios. Me atraen las frases cortas, los saltos en el tiempo, los diálogos internos, las metáforas. Escribo como quien observa por la rendija. No para provocar, sino para acompañar.
Mis historias ocurren dentro de un universo con reglas. Los personajes evolucionan, el tiempo importa, las emociones cambian. Todo está registrado: glosario, línea temporal, coherencia.
Evito temas éticamente escabrosos, salvo si un personaje los piensa. El juicio nunca viene de mí. El lector es libre. No escribo para dividir: escribo para envolver.
Mis referentes: Murakami, por su atmósfera; Navarro, por su estructura; Hemingway, por lo que calla.
Ese es mi norte. Ese es mi viaje.
