Zona Blog

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Este es solo un espacio donde escribo lo que pienso… cuando no estoy tratando de escribir “algo importante”. Reflexiono, me contradigo, me río de mí, y me expongo un poco.
A veces hablo de escribir, a veces de vivir, y muchas veces las dos cosas se confunden.
Si alguna vez te has preguntado para qué escribes o si simplemente sientes que el mundo va más rápido que tus emociones, quizá esta sección te haga sentir un poquito menos sol@. No te voy a enseñar nada, pero quizá te reconozcas entre líneas.

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Nadie me pidió estas reseñas, pero igual las escribí. Porque si ya me clavé con el libro, por lo menos que alguien me lea la desahogada.
Este no es un espacio académico, ni un rincón literario elegante, sino una serie de reseñas hechas con sospechas y café frío.
A veces me enamoro de un libro y otras tantas me peleo con él. A veces solo quiero advertirte que en la página 243 hay una frase que me hizo gritarle al techo.
No vine a ser objetiva sino a decir lo que me provocó una lectura. Y si tú también lo leíste, o estás pensando en hacerlo, quizá esta crónica te acompañe, te contradiga o te saque una risa nerviosa.
Esta es mi versión de lo que otros ya escribieron.
Subdividido por temporadas.

chatgpt image 1 jul 2025, 05 55 17 p.m.

Yo no viajo, me desordeno geográficamente. He estado en muchos países, pero no me interesan los sellos en el pasaporte, sino los silencios que se escuchan en los templos, las conversaciones a medias con desconocidos, los olores que no puedo nombrar y los rituales que no entiendo pero respeto.
No soy turista. No hago listas, ni cuento monumentos. La mayoría de las veces no sé cómo se llama la calle donde me estoy quedando. Viajar, para mí, es otra forma de narrar. Una donde el cuerpo es el lápiz, y la memoria, la libreta.
Viajo para encontrar otras versiones de mí que aún no conozco. Este blog no es una guía. No esperes consejos para empacar ni recomendaciones de restaurantes. Lo que vas a encontrar aquí son fragmentos. Crónicas sueltas. Confesiones de una mujer que se sube a un avión como quien se lanza al abismo. Estas son historias de ruta con ojos abiertos y pies descalzos.